martes, 31 de agosto de 2010

Insistiendo (a veces) no se logra nada...


Este día tan horripilante y tormentoso, me di cuenta que hay cosas insalvables en la vida. Cosas que no pueden ser por más que exista o haya existido la posibilidad de que fueran. Esto nos lleva a lo único que siempre es verdad: todas las cosas dependen de su contexto.
En un contexto específico, cualquier cosa puede pasar. 

Sin embargo, las cosas que ya no son y no pueden pasar más, requieren de un nuevo contexto que las reivindique, que les dé algún tipo de valor agregado que en cierta forma supere la falencia anterior.

Lograr un estado semejante puede tomarte años, o días, dependiendo de los involucrados, por lo cual estás en tu absoluto derecho de preguntarte: vale la pena?
Yo hoy, decido que no, que no lo vale.

Salud.

lunes, 30 de agosto de 2010

Sobre el Social(oid)ismo

El socialoidismo es, en mi humilde y franca perspectiva de quien habla porque tiene el espacio para hacerlo, una forma de denominar a esa últimamente muy frecuente costumbre de algunos grupos de enarbolar una bandera solidaria, partidista, fundamentalista y fragmentada que rescata posturas de la posguerra para fines oscuros, como generar polémica sobre el status quo por deporte, mientras para hacerlo utiliza medios de más que discutible naturaleza.

Todos estos grupos de incongruentes mentes que se esfuerzan por parecer comprometidos con la realidad, no me hacen menos gracia que la imagen de un bombero apagando un incendio con nafta.
Existe hoy en día un control remoto social, de gente que opina en la comodidad de un cyber, mientras toma grandes sorbos de Coca-Cola, se acomoda sus zapatillas All Star y abre el cierre de su campera ADIDAS, para luego descargar una sarta de desinteligencias con dudoso basamento en la forma módica de un ataque a 'algún imperio comercial de alguna índole'.

Los últimos acontecimientos se explican por sí solos. Hay una lucha de intereses como siempre la ha habido, sólo que ésta se ha vuelto notoriamente literal. Literal al punto de ser una pelea, en la que sólo hace falta entrar en agresión física para que de una vez por todas la masa entienda lo totalmente inmaduro de la situación.

Si hay un caso de demagogia que denunciar, que sea éste. Un gobierno que se automartiriza para lograr el contento del vulgo (método ya conocido por todos los hechores del peronismo), sólo innova en su manera de aproximarse al mismo fin que quizás puede darles un pancho y una coca. El objetivo es el mismo. Y sin embargo, la clase de ideas que surgen de la zona mas primitiva del cerebro, esa que sólo canaliza el ímpetu por lograr una justicia de cualquier tipo, y a cualquier costo, se derraman en páginas, links, facebook, blogs, emails en cadena, etc. etc.
Es la paradoja misma que se retroalimenta.

Como apolítico, puedo afirmar que la zona gris que estábamos transitando, se ha tornado negra. Se pasó de un extremo al otro sin que los actores de tamaña hazaña dejaran su careta a un lado y la cambiaran por pintura de guerra. ¿Es una vendetta personal? ¿Es una causa justa, desinteresada?
Gracias a mi (leve) formación académica, me vi en la obligación de estudiar el fenómeno de la comunicación en el ambiente moderno de la ciudad. Esta enseñanza me dejó una sola lección: no existe la mirada inocente. Por ende, tampoco existe el mensaje inocente.

Esto que sucede es un mensaje. Un mensaje que, como todo acto político, lleva al interés de uno o varios grupos, pero nunca de la unanimidad. Es cierto que no se puede contentar a todo el país, pero también es cierto que hay formas de resolver situaciones con ideas positivas, y no antagonizando a los intereses contrarios, de manera que los indecisos, los de la franja gris, tomen partido por uno mismo.
Eso es demagogia. Y la demagogia no la soporto. No la puedo procesar.

En ese particular, el socialoidismo juega un papel muy importante, en la búsqueda de hacer eco de las quejas/reclamos y ajustes que los grupos intentan marcar. Tomando parte de los ideales que algunos consideran justos (socialismo, comunismo, etc.) la tiranía de la mayoría está en los albores de la confusión definitiva. Los valores se entremezclan, los defectos de la interpretación son corregidos a velocidades extremas. Los puntos en los cuales se basan, son el martirio, la lucha de clases, la justicia social, la distribución de la riqueza, y así llegan a los oídos de aquellos que esperan un cambio y juegan con su desesperación, su desesperanza, para someterlos a un régimen que busca una revolución que no va a llegar nunca.

Y nunca va a llegar, porque de lo que hay que rebelarse, convenientemente, no está estipulado en ningún lado. Esta es la lucha de unos pocos contra otros pocos, mientras que la mayoría somos peones de esa realidad y nos vemos en la difícil tarea de discutir estos asuntos con amigos que quizás encontraron una respuesta en estos actos, a una pregunta que ni ellos sabían que tenían que hacer.

Resumiendo, consejos para quienes comparten el ser apolíticos:
  • Nunca discutas sobre política en facebook, si no querés que se generen discusiones sin sentido.
  • Nunca te dejes arrastrar a una conversación sobre política en donde el primer enunciado en tirarse a la mesa tiene el equivalente de un insulto. No sólo no vas a sacar nada en claro, si no que tu visión de la realidad puede ser un poquito afectada.
  • Siempre cuestiona a tus líderes. La autoridad está ahí porque vos le diste el lugar. Tienen que trabajar para vos, y no al revés. El gobierno que elegiste tiene que ser más escrutado que el que no elegiste, porque sos responsable indirecto de cada una de las acciones que en tu nombre se están tomando.

Salud! 

Sobre las cosas ideales...

(...)Porque el amor, el verdadero amor, todo lo perdona y lo salva.
Me hace invencible—

Quizás, yo era así en un principio. Cuando el mundo parecía que empezaba a cada paso que daba con ella y terminaba detrás de cada beso. Cuando el final no existía porque sólo había un eterno principio, un repetido sorprenderse, un momento inédito persistente.
Quizás yo sueño que era así, y no es un recuerdo real. Quizás el deformarse de mi corazón me llevó a resolver que los ideales que lo hicieron noble y digno de ser amado lo descarrilaron unos metros antes de la estación. O quizás fueran kilómetros. Tal vez ni siquiera salí de donde empezó mi viaje. Tal vez me fui caminando.



(Comentario a otro post. Gracias amiga)

Ni Un Paso Atrás...

Cuando los momentos vividos con gracia y energía, estén eclipsados por una tormenta de malas vivencias, no retrocederé jamás.


Cuando las calles y los bares que conocí, estén llenos de gente que ya no me conoce, no retrocederé jamás.


Cuando la vida se encargue de demostrarme que estoy equivocado y que mis errores pasados se arrastran al futuro, tendré en cuenta lo aprendido, pero no retrocederé jamás.


Cuando las experiencias me digan que soy una persona diferente, y que tengo que actuar diferente... que es un mundo diferente... no retrocederé jamás.


Cuando me dé cuenta que arrepentirme no corrige lo que hice, pero es un paso para el aprendizaje y la madurez espiritual, no retrocederé jamás.


Este es mi paradigma ahora. Tómalo o déjalo. Pero por mucho que tu sombra se proyecte larga a tus espaldas, siempre tené en cuenta la luz que está enfrente... si sos afortunado, te va a encandilar y la vida te sorprenderá de nuevo... porque no hay nada peor que predecir el futuro.


El Futuro no existe, solo tenés el pasado inmediato, mal llamado presente.


El Universo ES Infinito, aunque lo neguemos, no existe el imposible, solo lo improbable.

La Coincidencia

No voy a admitir el azar. El azar implicaría que una vez consumado un hecho específico, existen otras posibilidades que se atienen a una especie de dimensión paralela en donde las cosas pasaron de otro modo. No. Las posibilidades existen porque todavía no han sucedido: son posibles.
La sumatoria de momentos que me llevaron a este instante son de un color difícil de definir. Sus incontables matices lo son más aún pero sin embargo, son ésos los que me ayudaron más a superar algunas de las cosas que me hicieron perder un poco el rumbo.
No sé si la historia se repite. Sólo se que hay cosas que pasan en un determinado momento y a un determinado ritmo e intensidad. No existe la casualidad, existe la Coincidencia.
Es la coincidencia la que dirige y gobierna el sentido de lo que es correcto y también de lo que llamamos en el momento justo.
El contexto lo es todo.