En este siglo de ausencias institucionales ocasionadas por las innumerables faltas de criterio por parte de la clase gobernante, son cada vez mas notables los indicios de una crisis venidera a nivel político y social.
Dotados por un conocimiento limitado únicamente por su ansiedad de respuestas, los habitantes de la esfera global no solo se encuentran con verdades increíbles e injustificables sino que también hallan en sus coterraneos un nivel de legitimidad (herencia de la noción de democracia) por sumatoria de opiniones que se potencian unas a otras.
El concepto de la comunicación intermitente y de su cada vez mas importante participación en la vida del humano comunicado es sinónimo de manifestaciones culturales que en un momento como el actual parecen dirigir a la cultura de lo inmediato a una revolución del pensamiento social y político.
Los modelos de participación en general estan siendo cuestionados y puestos a prueba ya que la actual configuración de ideas "encadenadas" permite a los componentes de la sociedad el abrir caminos de pensamiento y lineas de conducta arraigadas a éstos muy diferentes a los empleados en la antiguedad para dar forma al sistema actual. Este anacronismo pronto comenzará a necesitar adaptarse a esta "evolución" del proceso de decisión y de generación de tendencias en el inconsciente colectivo, so pena de ser descartado como obsoleto, conduciendo en definitiva a una crisis de fe en los sectores institucionalizados y el orden establecido como tabula rasa.
—Breve reflexión de Trono de Porcelana (ejem)